Las empresas disponen ahora de un moderno sistema de comunicación que les permite llevar prácticamente hasta la propia oficina de los clientes potenciales su oferta de bienes y servicios a través de un sitio web.
Recuerdo la primera ocasión en que tuve contacto con una computadora personal de escritorio. Por aquellas épocas, eran los mainframes y las minicomputadoras los sistemas de cómputo que soportaban la operación de los negocios. No existía por supuesto la línea de productos de oficina de Microsoft® ni mucho menos el Internet. Para aquellos que conocíamos el poder de las grandes computadoras, la conclusión tras ese primer contacto con un sistema de cómputo personal era inminente: "Estos equipos tienen un gran poder de cómputo y pueden llegar a revolucionar el mundo de los negocios".